La Congregación de Madres de Desamparados (como se llamó primitivamente) nació el 25 de diciembre de 1880. El Obispo de Málaga, don Manuel Gómez Salazar, fue la mediación elegida por Dios para comunicar a Ana Josefa, en la noche misma de la Navidad, los designios de Dios sobre ella y sobre sus compañeras. Desde los comienzos Madre Petra se muestra abierta al querer de Dios. Movida por el Espíritu Santo, como verdadero testigo de la misericordia, va saliendo al paso de las necesidades que encuentra en su entorno. Ella quiere mostrar a los hombres (sobre todo a niños, jóvenes y ancianos) el amor con que Dios los ama. Sus sucesoras, dentro de sus propias posibilidades, han seguido siempre en esa misma línea. En la actualidad la Congregación se extiende por nueve países: España, Italia, México, Estados Unidos de América, Chile, Argentina, Guatemala, Puerto Rico y Colombia. Las obras congregacionales abarcan: residencias para ancianos y ancianas desamparados, hogares para niños y niñas carentes de medios y/o con problemas familiares, colegios de niveles no universitarios, residencias para estudiantes, casas de Misiones, casas de Espiritualidad y guarderías. Siempre bajo el influjo, bajo el peculiar carisma de nuestra fundadora: "Firmeza y ternura".